Encuentro con el ministro general de la Orden de Frailes Menores, Fray Massimo Fusarelli, y los definidores generales por América Latina, Fray César Külkamp y Fray Joaquín Echeverry.
La presencia de estos dos hermanos en una jornada del capítulo provincial intermedio 2024 tuvo como propósito el compartir la visión que tiene la Orden de Frailes Menores en medio de esta sociedad compleja y cambiante.
El ministro habló de varios temas cruciales para nuestro estilo de vida. La oración es uno de estos; sin embargo, el trabajo, los problemas administrativos, contribuyen a apagar el espíritu de oración. Ante al agotamiento espiritual, Fray Massimo propone que en la Provincia exista un oratorio para que los frailes podamos acudir para renovar nuestra vida espiritual. La relación con Dios es esencial en la formación permanente. Con todo, la pregunta que nos podemos hacer es esta: ¿cómo lograr un sano equilibrio entre el trabajo, la administración y la vida de oración?
También se señaló que un riesgo para la vida fraterna es el hecho de tener proyectos personales que pasan por encima del espíritu misional de la fraternidad. Este llamado de atención estuvo acompañado de estas dos realidades muy humanas: la búsqueda de poder para buscar privilegios personales y el culto al pesimismo. Frente a esto, el ministro general afirmó que debemos ser hermanos con esperanza en medio de este mundo y dicha esperanza brota de la cruz de Jesucristo, Nuestro Señor.
Por otra parte, debemos aprender el arte de escuchar y abandonar el individualismo, o, en nuestro caso, el provincialismo aciago. El capítulo local y provincial, por ejemplo, son un ejercicio de escucha que debemos fortalecer. Para llegar a esta madurez de vida humana y franciscana, necesitamos el cuidado de la formación permanente e inicial, pero, sobre todo, debemos repensar la formación inicial en la provincial, según las palabras del ministro general. Se hace necesario, por lo tanto, de un currículo de formación franciscana que piense la realidad social humana. Una exigencia de esta formación tiene que ver con la escucha de los pobres y estar cercano a ellos.
Estar cercanos a los marginados nos permite revisar nuestro estilo de vida en medio de esta sociedad. En ese sentido, es necesario configurar un proyecto provincial para el uso de los inmuebles y promover una cultura del trabajo sincero y honesto como antídoto a la pereza que en gran parte nos invade. El hábito del trabajo y de la disciplina crean la virtud. Resignificar nuestro estilo de vida implica, finalmente, hacer una lectura adecuada y pertinente de los signos de los tiempos.
Fray César Külkamp hace una descripción del camino de la Orden. Aseguró que lo primero que debemos desmontar es el clericalismo que ha impregnado a la Orden históricamente. Una de las razones de esto es la misma estructura de la Orden con un paternalismo desenfocado. Hoy por hoy las cosas pasan por el diálogo, por cultivar el espíritu de la sinodalidad como participación para el crecimiento de la vida fraterna. Una tesis esencial de esta reflexión fue la siguiente: “las estructuras se transforman, pero lo más importante es la vida de los hermanos”. Por eso mismo, Fray César destacó tres principios articuladores que hemos de tener presente: el primero, fortalecer la dimensión carismática y la vida de fe; el segundo, el aligeramiento de las estructuras físicas como los esquemas mentales tradicionales; y, finalmente, todo esto pasa por repensar el mismo sistema de a Orden, con el fin de que haya una auténtica renovación del carisma y la identidad como hermanos menores en medio de esta sociedad.
En Horas de la tarde Fray Joaquín Echeverry, definidor general y miembro de nuestra provincia nos presentó algunas perspectivas que desde su visión desde la Orden nos pueden ayudar a seguir reflexionando sobre la renovación de nuestra identidad, propiciando nuevos espacios y formas de presencia que se nos presentan como una forma de acrecentar nuestro servicio.
Posteriormente, se expusieron las conclusiones de la Revisoría fiscal y se presentó la tabulación de las nuevas formas de presencia un trabajo necesario para seguir articulando nuestro servicio en vías a renovar la identidad y reavivar el carisma.